Álvaro José Arroyo González nació en Cartagena el 1º de noviembre de 1955, bajo la tutela de sus padres Guillermo Arroyo –quien los abandonó al nacer– y de su segunda esposa Ángela González, una administradora de hoteles humildes. Guillermo Arroyo, el popular «Negro Chombo», tuvo 39 hijos, con seis mujeres, todas llamadas Ángela.
Recuerda aún que en las tardes, mientras coreaba sus primeras letras, tenía que cargar latones llenos de agua. Era ésa la época en que se le conocía como el cantante del tarro, porque metía la cabeza entre las latas y así entonaba sus cantos para auto escucharse.
En entrevista con Mauricio Silva, periodista de la Revista Cambio, la cual publicó el 30 de enero de 2005, indicó:
“Con un par de latas de manteca llenas de agua, yo tenía que ir y venir a la tienda de un señor que se llamaba Jericó. Cuando estaban vacías, me las ponía en la cabeza y eso daba un eco hermoso que, creo, sin saberlo, me afinó la voz. Por eso me decían «Voz del tarro». Yo imitaba por esos días a Raphael, cantaba el Ave María, y cuando terminaba, yo mismo me ovacionaba con un: –¡yaaaahhhhhhhh! Allá adentro del tarro sentía que estaba en un escenario y que me aplaudían. Ese era mi sueño de ‘pelao’ y mi Dios me lo concedió”.
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